Amar cuando amo

Lo único que sé cada día y que cada día me convenzo más, es que tengo una capacidad infinita de amar cuando amo.

Amar cuando amo.Amar cuando amo. Cuando amo, amar. Amar; capacidad infinita. De esa que en verdad he visto en pocas personas. Y es que esto funciona de a dos. No de a uno y medio.

Y no es tan difícil. Yo sé el secreto.

Creer en él para luego verlo.

Me dan miedo las arañas.

Y un tanto también las polillas.

Hace falta

Hacen falta cosquillas para serios y pensar despacio para andar deprisa. Hacen falta más pensamientos positivos y te amo de verdad. Hacen falta también sueños, libres,firmes, realizables. Hacen falta ojos como los tuyos, labios como los tuyos, pero por sobre todo, haces falta tú.

Hacen falta nuevas generaciones con nuevas ideas. Nuevas canciones y acordes alegres. Hacen falta que me mires y me retengas. Hace falta iniciativa y reciprocidad.

Hacen falta más días soleados, caminatas por la playa y anaranjados atardeceres.

Novelas desgarradoras hacen falta, poemas, cartas escritas a mano, suspiros. Sí, hacen falta muchos suspiros.

Hace falta a veces, que me entiendas un poco más, pero hace falta que no me entiendas nada. Hacen falta peleas para tener las mejores reconciliaciones y tormentas para luego sentir calma.

También acciones hacen falta. Acciones, juegos y menos palabras.

Y cuando no hagas falta, entonces.... me preocuparé.

Y buscaste como nunca antes. Tu perseverancia fue tu principal característica. Y casi lo conseguiste. Por primera vez, se vio iniciativa.

Pero por primera vez en más de un año.

Y el tiempo pasa, y las rosas se marchitan, y la gente no olvida, y el dinero se acaba, y las estrellas dejan de brillar, y el día tiene sólo 24 horas y los poemas se guardan, y la gente deja de amar.

Y las cosas cambian. Y hay que dejar de buscar cuando ya no hay oro.

En el fondo, sí.

Parece que es puro miedo a sufrir.

De amor.