Musique escrita

29.12.08

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Un millón de veces más caí, y edificios y ciudades erigí. Nada mejor que tener hogar en donde estoy perdida. Nada mejor que galimatías laberínticas de concreto y calles. Nada como sentarme en la silla coja. Qué orgullosa estoy, que ya vivo sólo en cuartos vacíos, de cama y baúl, y caminos… caminos de noche que a ningún lado conducen porque cómo me gusta la angustia de no conseguir. Cómo me gusta y ya es de noche, y la misma plaza limpia de mí sigue sola y escapa de espaldas al bus.

Y ya es de día (pero es de noche) y qué mejor que ser la única sobria, presto a ser ridícula en el desconocido inglés anónimo cinco letras (con eme o doble ve, no sé) borracha hasta el alma que nunca vi. Ebria en otro, por supuesto, que estoy muy por sobre cualquier destilado. Pero no por sobre el guardia… que ahí está la puerta, ahora la busco y él está ahí, sé que él está ahí. Pero los gatos me dan alergia y este no tiene cara de dejarme pasar.

Y estaba allí. La hermosa ciudad prístina de antaño. Cómo la quiero, cómo la amo… ¡cómo quiero salir por la chimenea cuando ahí está la puerta! Nada como no conseguir. Nada, cómo no. Conseguir nada como no. Y esta última me gusta más, pero no me digas que me puedo enterar. ¿Cómo no conseguir nada? ¿Cómo conseguir nada? Supongo que por generación espontánea. Que no hay nada como dejarse estar (¿¡pero no me diga!?).

Qué mejor que besar ideas y verte besar extraños. Qué mejor excusa que soñar la clausura del pasado. ¡Qué forma de no hacer nada! ¡Qué forma de jactarme de mi cuarto vacío! ¡Qué forma de erigir ciudades! ¡Qué bello jamás nadie! No pude hacer nada y no quiero.

Y ya sé que en el sueño figuran elementos deseados, y que hay lapsus fallidos... y abreacciones de papel enrarecido y hombres que no existen, pero ya me cansé y voy a sentarme a ver el mapa de la ciudad en blanco.

26.12.08

Y se va.

Mierda.
Estas fechas me hacen pensar mucho. Más de la cuenta. Analizar. Concretizar.
….

Y veamos.
Ha sido un año, digamos, “regular” en lo académico.
Número de ramos aprobados: Todos
Número de ramos no aprobados: Ninguno.
Ramo amado: Em, el “deportivo” fue bueno. Me hacía pensar en otras cosas, aunque me gustó mucho “Orientación educativa”.
Ramo …. ( ya saben): Creo que psico del aburrimiento, perdón , de la edad infantil Aprendí, claro, pero queremos profesores de profesión, no psicólogos amables y con alumnas favoritas.
Bien.
Bajé el promedio. Sí.
Aprendí mucho. Vaya que sí.
Un año de planificaciones y de correr para hacia arriba y abajo con prácticas y visitas a terreno.
Conocí a un curso maravilloso de 23 enanos exquisitos que se robaron mi corazón. Vaya que aprendí en esta práctica. Una de esas cosas; Nicky, weón, piensa bien en tus materiales. Cosas ¿no?.
Trabajé harto, me acosté tarde.
Y por fin en este último semestre pude combinar lecturas de estudio, con las del gusto personal. Que son las mejores. He adquirido un especial gusto por autores del Boom Latinoamericano. Recomendable. Sí.
Sin dejar de lado claro está, al señor de los escritos misteriosos. Poe. Un maestro.

La música ha sido una de las fieles compañeras. En las mañana de sueño en el metro. Cuando vas que te quedas dormido parado. Ahí la música hace lo suyo y me hace incluso pensar en esos pocos ( já ) y excelentes carretes de este año. Unos bastantes desenfrenados, otros, hasta mamones.

Fue un año particular ¿saben?
A fines de enero cumplo un año de “abrazadora”. El que algo me conoce, sabrá de qué hablo. Ahí conocí a un par de personas importantísimas en mi vida. Realmente importantes. Amigos de esos verdaderos.
Mi mamá siempre me ha dicho que eso no existe. A la amistad me refiero.
Yo nunca quise creerlo y siempre terminaba peleando con ella. Y a pesar de que muchas, muchas veces los que hacían llamarse mis amigos/as, terminaban cagándome, casi literalmente, no perdía la esperanza.
Y llegaron. Claro que no debo de dejar de lado a las que aún me acompañan desde el colegio y con las que compartí gran parte de mi vida.
He sido algo afortunada en eso. Y no sé si lo merezca, porque en realidad no sé si he sido la mejor amiga. O simplemente buena amiga. Y como dije por ahí, la vida da muchas vueltas, en una de esas nos unió, yo tan sólo espero que no nos separe.

Ahora escucho un tema de KT Tunstall y me baja la nostalgia.
Ha sido un año raro. Especial, pero algo raro.
Ocurrió algo bastante especial y que obviamente no olvidaré. Ni la situación. Ni la persona.
Ocurrió que no quise hacerte daño. Pero soy egoísta y con defectos. Defectos que me hacen perfectamente humana.

…..
Y se acabó mi segundo año.
Vaya, como pasa el tiempo. Sí, dos años maravillosos.
Y me recuerdan a cada rato que cumpliré 20. Cresta! 20!
Y el próximo si que se viene pesado. Dos carreras no se harán nada de fácil de llevar. Pero vamos. Puedo.

Días y noches que quedarán en el recuerdo.
Quiero olvidar algunas, pero mi memoria es buena. Por desgracia. A veces.

Se acaba el año.
¿Qué me tendrá el próximo? ¿Qué te tendrá a tí?

18.12.08

No las ves



Quiero ser una escalera, me dijo mirando el cielo

Já! ¿Para qué?- respondí yo. Mirándolo también.

¿Ves esas estrellas?

Sí, le contesté despreocupada

¿Las ves?

Por supuesto que las veo. Le respondí algo molesta.

-No. No las ves-. Me dijo.

Se sentó y amarró sus zapatillas.
Esas que siempre usaba con los cordones desatados.

16.12.08

No se me ocurre cómo llamarle

Iba media apurada parece. Saliendo de tu departamento.
Luego de comer pizza y de mirar el techo por largo rato.
Como amo hacerlo.
Mudos.
Medios tontos.
Y yo, con algo de miedo.
Me detuve un segundo. En realidad varios. ¡Vaya! si fue casi una hora.
Tengo la manía de mirar las hormigas caminando por los gruesos y bellos troncos de los árboles. Éste, estaba lleno de colores, y nunca lo había visto.
Error.
Siempre pasaba por ahí pensando en otras cosas, y no "disfrutaba" el paisaje.
Pero ahí me encontraba.
Alcé la cabeza y sentí el calor de los rayos de sol que me llegaban por entre medio de las hojas verdes del árbol hasta mi rostro. Aunque yo las veía moradas. Leseras mías, debe ser por el gusto de ese color. Como cuando miras algo como sólo quieres mirarlo. Dejándo de hacerlo objetivamente.
Me carga la subjetividad a veces.
Lo digo subjetivamente.
Cerré los ojos. Los abrí luego.
La banca era para mí. Subí las piernas y las cruzé
Cerré los ojos por segunda vez en ese momento.
Sonó un mensaje. No lo revisé. Ganas no tenía.
Sonó otra vez. Y apagué el celular.
Recordé entonces que tenía tu cajetilla de cigarros.
Vaya suerte la mía. Quedaba uno.
Lo prendí. Lloré.
Tenía el tema de placebo en mi mente.