Musique escrita

4.1.11


Siempre me ha sido difícil poner títulos.
A veces me cuesta empezar las historias, las buenas, las largas e intensas. No así mantenerlas.
Sin embargo, muchas han quedado inconclusas, incluso aquellas que pretendían ser las mejores. Las historias. Parece ser que falta algo más. En el climax todo parece maravilloso, los personajes están en una estabilidad desbordante. digo desbordante porque no me gusta la estabilidad como algo quieto, sino más bien como algo impredecible pero predecible.
Me explico; me gusta cuando las cosas son espontáneas y sabes que lo serán porque conoces al otro.Me asustan las cosas quietas, me dan terror. Mi equilibrio muchas veces se basa en un desequilibrio. Y bueno, por lo mismo me gustan así las que escribo.
Sin más parlamentos de los necesarios. Hay cosas que no se explican y "quien no entiende una mirada, menos entenderá una larga explicación". Y con imágenes, muchas imágenes que hacen recordar con alegría los momentos vividos.
Hoy tengo historias de todo tipo. Intento retomar algunas que supongo que siguen, pero la tinta del lápiz me escribe en-tre-cor-ta-do, dificultando a que ésta avance.
¿Qué puedo hacer entonces? ¿Dar vuelta la página y comenzarla otra vez? ¿la misma?
¿Escribir otra con los mismo personajes?
o simplemente guardarla como algo que pudo haber sido bueno pero que no fué?
Ojalá todo fuera tan simple como cambiar el lápiz o la tinta, pero cuando ya no tienes que más escribir por más que quieras, las historias no terminan.
Espontáneas, deben ser espontáneas, y ojalá que cuando otro la lea, le den ganas de escribir una similar o mejor.
Esas son mis preferidas y de esas quiero escribir.

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